Por Alejandro J. Lomuto
Gran parte del mundo mira con desconfianza a Donald Trump. Suena lógico: representó tan bien el papel de villano que escogió para su campaña electoral, se mostró tan natural en él ‒y seguramente lo fue en alguna medida‒, que nos hizo creer que será un monstruo terrible al que no podrán frenar ni los superhéroes más poderosos. Pero resulta que ya no es el candidato recién llegado a la política, y por lo tanto obligado a diferenciarse de los normales para tener chances competitivas, sino el gobernante electo de un país donde el sistema institucional y de poder funciona con independencia de los nombres. Solo a través de este tamiz parece más sensato indagar qué puede ocurrir en la relación entre Estados Unidos y América latina, aun cuando, por supuesto, Trump no será igual que Barack Obama ni hará todo como lo hacía él. Seguir leyendo “Qué puede esperar América latina de Donald Trump”